¿Cómo pensamos?
EL DERROTERO DE EDUARDO GALEANO, LA LABOR QUE DEBERÍAMOS ASUMIR PARA NUESTRA VIDA
Por Celso Carreño Arévalo
Un breve contexto…
Con una trayectoria de más de veinte años en educación, en todos los niveles de formación –desde pre-escolar hasta maestría- con dieciocho de ellos en el sector oficial como funcionario de la Secretaría de Educación en el rol de lo que administrativamente se enmarca como docente y directivo docente, pero sobretodo como ser humano planetario con experiencias, retos, incertidumbres, logros, fracasos, aprendizajes, entre otros, me encuentro hoy ante un panorama distinto (y complementario al ya conocido y trasegado de las aulas de un colegio público y de una oficina de coordinación, que en ocasiones parece más lo opuesto, de caos; desorganización; descoordinación y desaciertos): intentar la comprensión de un nuevo rol desde la óptica del movimiento sindical. Territorio inhóspito, olvidado por fuerza y condenado al exilio de mi vida profesional luego de sentirme engañado, burlado y manipulado gracias, en gran parte a mi propia ignorancia e ingenuidad; a la sensación de bienestar emanada de la zona de confort que brinda el alejamiento de las problemáticas propias y ajenas.
Ahora como parte de la familia USCTRAB identifico muchos de los preceptos aprendidos en mi formación académica, en mi experiencia de vida y en lo que observo-escucho-siento a diario. En el cúmulo de concordancias y convergencias nace la idea de compartir con los interesados ideas, sentimientos y prácticas sobre lo que somos, sobre lo que hacemos pero sobre todo lo que hacemos para cambiar lo que somos: palabras de Eduardo Galeano y lema de nuestra organización sindical. Mi propósito es dar a conocer algunos de los principios que cambiaron la perspectiva de mi realidad a través de las palabras y las acciones de pensadores y líderes que han generado algunas de las claves que podrían salvar nuestra propia vida de las grandes trampas que nosotros mismos hemos creado. Textos, referencias, videos, links que, ojalá, disfruten, discutan y complementen con sus propios aportes.
Una luz en la oscuridad…
En esta segunda entrega me atreveré no a internarme, pero sí a untarme de lo que muchos han ignorado y se han encargado de estigmatizar como de difícil comprensión: Lo Complejo. Lo Complejo yace en la simplicidad de un amanecer, en lo reconfortante de un café colmado de amor, en las teorías científicas de occidente, en la filosofía de oriente, en las “claridades” de los gobiernos y en las “oscuridades” de las conspiraciones, en el beso que se da al hijo, a la pareja (aunque a veces parezca más dispareja que nunca), en el odio a lo diferente, en la negación de nuestros propios defectos y pecados, en fin…La Complejidad está en el todo y en la parte. Pero ¿qué implicaciones tiene para la vida una perspectiva Compleja?¿cómo el entender Lo Complejo permite disfrutar de la vida y hallar posibles soluciones a los dilemas y conflictos diarios? ¿De qué manera La Complejidad da luces sobre todas y cada una de las cosas y eventos que concurren a nuestra existencia: Educación, Familia, Estado, Humanidad, Extinción, Instituciones?
He decidido compartir algo de lo que apenas estoy empezando a esclarecer: la visión de Edgar Morín, pensador del siglo pasado con inferencias y aportes a nuestro presente y futuro incierto.Una luz en la oscuridad de la humanidad. Recorreremos algunos de los senderos planteados por su Pensamiento Complejo, pero antes algo de su biografía.